Comida Japonesa: RESTAURANTE EL FUJI
Conozco este restaurante hace por lo menos 20 años. No ha cambiado mucho desde entonces, al menos no frente a lo que yo recuerdo. La verdad casi podría decir que permanece “demasiado igual”. Sin embargo, con ese espíritu de añoranza decidimos hacer una comida familiar en el Fuji. Se encuentra ubicado en la calle de Río Pánuco 128, Col. Cuauhtémoc (casi esquina con Río Tíber).
El acceso es difícil (y no me refiero a que sea difícil llegar, sino a la posibilidad de acceder al restaurante con niños). Si bien te recibe un valet parking, la calle de Río Pánuco es muy transitada así que sientes algo de presión para tratar de bajar rápido (los que viajan con niños saben que sacar carreola, pañalera y quitar cinturón de seguridad de la sillita del auto, puede llevar algunos minutos). Si traes carreola ni la bajes, el restaurante se encuentra ubicado en un primer piso y aunque el acceso es agradable (hay un pequeño jardincito japonés) no hay manera de subir con una carreola (salvo que decidas cargarla pero sería bastante incómodo).
En la parte de arriba los espacios son reducidos entre mesa y mesa así que sin lugar a dudas no es cómodo entrar con la carreola por lo que me parece que lo mejor es llevar a tu bebé cargando. Cuentan con sillita infantil para colocar a tu bebé y tienen cambiador en el baño de mujeres.
Si bien no hay menú infantil, la verdad es que como en todos los restaurantes japoneses hay comida muy sana que los niños pueden comer (yo le dí a mi pequeña arroz natural y carne del teppanyaki). Los meseros fueron amables y armaron unos palillos para todos los asistentes que eran demasiado jóvenes para utilizar palillos sin ayuda (teníamos 4 niños entre los comensales). Desafortunadamente, al menos en fin de semana, el servicio fue demasiado lento para los tiempos de los niños (y de las mamás de los desesperados niños) y me parece que la comida se alargó innecesariamente. Ni por casualidad tienen un área infantil, quizás los japoneses no la acostumbren porque cuando pregunté por ella (y no esperaba que la hubiera pero no quise dejar de preguntar) la señorita me miró como si hubiera pedido un plato de pozole, así que los niños deben esperar pacientemente a que el resto de la familia termine de comer.
No puedo decir que el restaurante sea malo, pero sin lugar a dudas no es mi lugar favorito para comer comida japonesa y llevar a mis niños. Estoy segura que debe de existir algún lugar de comida japonesa mucho más amigable. Lo seguiré buscando.
NO ES UN LUGAR QUE RECOMENDARÍA PARA IR CON NIÑOS.